Después del primer mes de proyecto con resultados muy
motivadores en Ricardo Palma, era el tiempo de replicarlo en Bagazán.
Este es un caserío ubicado en el distrito de Pachiza,
provincia de Mariscal Cáceres, departamento de San Martín. Se llega en auto o camioneta de cabina
y tolva (hay más frecuencia de camionetas), saliendo desde la ciudad de Juanjui
a 2 horas por una trocha carrozable al margen del Río Huayllabamba.
En un punto del camino, hay que cruzar el
Río Pachizilla sobre una estructura construida con 3 botes a motor amarrados
entre sí, y varios troncos formando una superficie plana donde fácilmente el
auto, camioneta, o camión puede estacionarse y cruzar el río para continuar su
camino por tierra desde la otra orilla.
Bagazán es un caserío aun en expansión. Es curioso como se ha dividido por dos
barrios: parte alta y parte baja (el centro). No hay corriente eléctrica, ni desagüe, ni señal de
celular. Aún así, ya han hecho las
conexiones en las calles para poner en un “futuro muy cercano” luz
eléctrica. Cuenta con un teléfono
rural Gilat que sirve para comunicar a todo el pueblo. También existe una posta médica en el
centro del pueblo, bares, tiendas, y hasta un billar.
Y esta vez dije
“llegamos” porque una querida amiga bióloga de mi promoción universitaria,
dejándose llevar (por fin!) por su corazón conservacionista, se ha convertido
en mi aliada durante esta etapa del proyecto. Estoy muy feliz de tenerla a mi lado desde un comienzo en
este pueblo, y ojala se anime a continuar con el proyecto hasta sus finales.
Gracias Ale!
Alquilamos un salón
grande en el primer piso del hospedaje del señor Rosario y la señora
Consuelo. Fuimos recibidos por
Pancho, un miembro de la asociación de conservación Las Tres Quebradas. Él representó a Segundo, presidente de
la asociación, que se encontraba en su chacra aprovechando los últimos días de
vacaciones de sus hijos.
Al atardecer, Pancho nos llevó a las casas de las
autoridades del pueblo. Ahí nos
presentamos y explicamos nuestra visita a Bagazán. Coordinamos con el presidente de la ronda campesina un
espacio en la asamblea programada con el pueblo para el Domingo 26. Ahí contaríamos con unos minutos para
exponer el proyecto y su finalidad, así mismo invitar a los asistentes a
involucrarse en los talleres y conformar grupos y horarios de trabajo.
Sin más ni más, luego de haber ido a cenar
a la pensión de la señora Aidé y su hermosa familia, cayó la noche. Sin luz por las calles, el cielo
parecía anunciarnos buena fortuna repleto de estrellas, y un leve viento
soplaba refrescándonos un poco en aquel primer día de ajetreo. Fuimos a casa a intentar coger el sueño
por primera vez en muchos meses a las 8:30 pm. Pero, como en carnavales nadie duerme, sentimos pasar hora
por hora de nuestra primera noche de bienvenida en Bagazán, con la música de
moda a todo volumen.
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