sábado, 10 de diciembre de 2011

Breyner


Antes de continuar con el relato de lo que ocurrió en las sesiones debo compartir un pequeño acontecimiento que ha alimentado mi felicidad desde el segundo día de mi llegada.  La señora Julia y el señor Wilmer tienen una familia muy numerosa y con hijos de todas las edades.  Dentro de todos ellos, cada cual con una esencia particular, he conseguido un compañerito y entusiasta ayudante en el desarrollo del proyecto: Breyner.


Él tiene 11 años y es un muchacho muy hábil.  Cuando hablé por primera vez con él, tenía entre sus manos un grupo de pilas unidas entre sí, dos cables y un motorcito que sacó del juguete de su hermano menor.  Había armado un pequeño circuito con el que hacía funcionar el motorcito.  Desde ese momento nos hicimos amigos.  Es muy hábil manipulando objetos y montando a su Mariposa (la yegua).  Le enseñé rápidamente como funcionaban las cámaras de video que llevaba conmigo y se convirtió en mi aliado.  Le dejé la cámara por un par de días para que filmara lo que quisiera.  Era la primera vez que utilizaba una cámara de video y aprendió a utilizar las funciones básicas muy bien, la llevó a su chacra, filmó a su sobrina, a sus hermanas…fue genial encontrar un compañero así.  Ahora es él quien me ayuda en los talleres, me lleva a la quebrada a bañarme con los demás niños y me hace sentir como si fuera un más de sus hermanas.
 

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